Penosamente, conoceremos a fondo hasta dónde puede llevar la envidia...






















Catana Pérez
Concluye hoy el ciclo
de la Dinastía Strauss

Nota que nos envía Catana Pérez:

Recuerden que para poder asistir el martes 27 al Concierto de Primavera que promueve la Fundación Sinfonía, la última sesión del formidable ciclo La Dinastía Strauss que, indiscutiblemente, nos ha robado el corazón, la cambiamos para hoy 26. La cita es, como siempre, a las 7:15 p.m. en el Teatro Laura Bertrán del Centro Cultural Babeque. A continuación, mis comentarios:

Catana Pérez
Durante este apasionante ciclo nos hemos asomado al universo musical, creativo,  familiar y personal de los cuatro miembros de la familia Strauss que catapultaron el vals vienés, símbolo del esplendor de una época en la bellísima capital del entonces Imperio Austro-Húngaro. Todos nacieron y murieron en Viena, fueron compositores y directores orquestales y los dos Johann, el padre y el hijo mayor, fueron además excelentes violinistas. Entre los cuatro, abarcaron prácticamente un siglo de música:  Johann I (14 de marzo de 1804-25 de septiembre de 1849 / 45 años), Johann II (Schiani) (25 de octubre de 1825-3 de junio de 1899 / 73 años), Josef (Pepi) (20 de agosto de 1827–22 de julio de 1870 / 42 años) y Eduard (Edi) (15 de marzo de 1835-28 de diciembre de 1916 / 81 años). El auténtico «Rey del Vals» fue Johann Strauss II, en quien se ha centrado esta historia.

No crean, muy apreciados participantes, que ya finalizaron las contrariedades para Johann II, lo que le falta por vivir es dramáticamente típico de la era romántica y solo una mente brillante y una personalidad tan flexible como la suya pudieron resistir esas vivencias sin minar para nada la creatividad. Disfrutaremos del estreno del último gran vals suyo, Del Emperador (1888), estrenado triunfalmente en la corte imperial con la presencia del destinatario. Penosamente, conoceremos a fondo hasta dónde pueden llevar la envidia, la mediocridad y la mezquindad del ser humano con lo que ha sido catalogado como «un acto vandálico» por parte del menor de los Strauss, Eduard…

Los muy renombrados Conciertos de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena finalizan con El Danubio azul de Johann II y tienen como encore la Marcha Radetzki de Johann I; sin embargo, con ambas obras comenzaremos esta última sesión, del Concierto de Año Nuevo 2008 bajo la batuta de Georges Pretre y una pareja de las estrellas del Ballet de la Ópera de Viena.

Será una noche fabulosa, lo prometo, ¡no se la pierdan!  

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