la sonrisa de un arroyo que se desliza alegre...


















Pase de vista
Poema

Gabriel Moquete

Luego de pasar por Macorís del Mar la vista se arrastra sobre los cañaverales aturdidos de sol, y un preámbulo de yagrumos, javillos y palmas, dan el aviso formal de que un oasis está casi a la vista.

Las aves del entorno, carpinteros, ciguas palmeras, judíos, chinchilines, ruiseñores, merodean satisfechos formando remolinos de plumajes batidos al compás de los vientos.

Una ligera pendiente cerrada en leve curva coloca al descubierto la sonrisa de un arroyo que se desliza alegre al encuentro con un río que le espera dichoso.

Arroyo Guaza, puerta cristalina recostada a la entrada de un pueblito ovalado, celosamente aislado por aguas que refrescan su vida cotidiana.

¿Ha visto usted un lindo amanecer?

Si no ha dormido en Guaza, nombre del pueblito de que hice mención, entonces no lo ha visto.

Sobre el jovillo, en las mañanas, el sol se estrena como farola que acaricia tenuamente las gotas de rocío que amanecen temblorosas posadas en los jardines. Entonces, ese copo de tierra ovalada, ese islote resguardado celosamente por aguas de cristal, parace un medallón iluminado.

¿Quiere usted ver esto? Pase sobre la puerta de cristal atravesada, ¡y dele a su mirada el placer de gozar este paisaje!

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