Recorrí tus caderas, la dulce ternura de tus senos...
Fernando Ureña Rib |
Diarios apócrifos
Cuento
Fernando Ureña Rib
Soñé que dormía desnudo en aquel parque y con las yemas de mis dedos iba formando tus labios y tus ojos. Sentí un dolor intenso en el costado, muy cerca de mi corazón. Mis manos se unían a las tuyas, te abrazaba. Recorrí tus caderas, la dulce ternura de tus senos. Tus muslos firmes atraparon los míos. Yo perdía mucha sangre y se mezclaba con el polvo de la tierra. Y entonces tu piel se hizo cálida en la mía y descubrí la hermosa ensenada de tu espalda que subía hasta la nuca que yo besaba ansiosamente. Cuando desperté estabas a mi lado, serena y sin embargo lejana, pensativa. ¿De dónde habré venido? Preguntaste. Y yo llevé tu mano a mi costado, sangrante todavía. Era la primera vez que alguien sonreía. (Adán. Diarios apócrifos)