El poema en el papel blanquísimo
Clodomiro Moquete |
Lo posible
(Poema roto)
Clodomiro Moquete
A los ojos que durante mi paseo
cabe la mar
me mostraron fuego
En mi corazón hay cenizas
tantas
que son losa en la que se puede escribir historias sin fin
Pero son cenizas
pétreas
el cadáver del fuego del pasado.
¿Puede mi corazón
reposado en mi soledad
volver a latir un nuevo incendio?
¿Eres la mujer que soñé y se fue
o la que no ha llegado
o la que me pertenece en el futuro incierto
y entrará en mi carne
o con la que nunca copularé?
Mujer
regálame la espalda
el adiós presuroso
el olvido de lo que no ha sido.
Aleja
¡por Dios!
tu llama de mi combustión.
Junio de 1998
La dama del malecón
(Poema que sustituye al anterior, que fue roto)
Esta mujer del malecón de la avenida George Washington debe estar nacarada
Debe estar adormida escuchando el sonido del caracol en las profundidades del caracol
Debe estar sosegada ante la mirada asustadiza de un tiburón
Debe estar en la ola
El papel blanquísimo
blanquísimo
El poema en el papel blanquísimo
y la virtud de la caligrafía del poeta en el papel blanquísimo
La dama no anda sola
siempre va acompañada
siempre que te miró de manera furtiva
caminaba a coro con otras
La situación pide discreción al poeta caminero
Nervios
Mostración del papel blanquísimo con el poema sustituido por éste... Aquí va...
Esta mujer del malecón de la avenida George Washington debe estar nacarada, debe estar casada, muerta y sepultada.
La mirada de sus ojos traidores
¿Qué quería?
¿Qué buscaba?
–¡Qué es esto!
Dijo llena de espanto cuando el poeta casi rozó la envergadura de su anatomía.
–¡Un papel, señora!
Solamente una vez en mi vida... he visto el rostro del demonio.
Esta mujer del malecón debe estar nacarada
Debe estar sepultada
Debe estar asustada
Debe estar olvidada
Debe estar esposada
Muerta y sepultada
En un cesto de basura de los que el Ayuntamiento compró para beneficio de algún impostor el poeta depositó su poema titulado «Lo posible», roto en mi pedazos inocentes.
Junio de 1998