Este es el tipo de cosas que no voy a admitir

















Choque de escritores entre
Luis Martín Gómez
y la controversial Rosa Silverio

El fin de semana pasado el escritor Luis Martín Gómez entrevistó para su programa de televisión Yola yelou y para el periódico Hoy a la controversial escritora Rosa Silverio. En la primera pregunta Luis Martín Gómez introduce la entrevista de manera inusualmente agresiva. «Rosa, tienes otro acento, ¿dónde quedó el cibaeño de Santiago?», le dice. Ella responde en tono muy dominicano pero él remacha: «Tu nuevo acento es bastante español pero tu literatura sigue siendo muy dominicana, como lo evidencia por ejemplo el cuento que da título al libro, ‘A los delincuentes hay que matarlos’...» Más todavía, en la entrevista en el diario Hoy, Luis hace el siguiente comentario al inicio: «Rosa Silverio, nacida en Santiago y residente en Madrid, tiene un acento interesante, combinación de cibaeño original de Villa González y madrileño ecléctico de Lavapiés, que hace que uno olvide por momentos sus ojos vivísimos y su risa explosiva». 
Rosa Silverio, quien ha regresado a Madrid luego de su estadía en la Isla, desde antes de su viaje ha estado escribiendo «voseando» y «oseando», es decir, utilizando el pronombre «vosotros» y «os». Para asombro de muchos se presentó en persona en Santo Domingo y en Santiago con un acento español de España, cual una española. Ante la observación que le ha hecho Luis Martín Gómez y luego de regresar a Madrid ha respondido «muy enfadada» con una nota en tal sentido en su cuenta en Facebook, donde encontró solidaridad de otras personas a quiene les ha sucedido lo mismitico, que están un tiempito en otro país y adquieren el acento... Tal como ella misma ha advertido el asunto no tendría importancia, pero ahora tiene la que ella le ha dado. Ella argumenta que tiene «mucho tiempo» en España. Tiene cuatro años en aquel país, donde hay muchos dominicanos que tienen diez, quince y veinte años y no han perdido el acento dominicano.
Aquí a continuación la declaración de Rosa Silverio en su cuenta de Facebook y luego la entrevista en el diario Hoy, suministrada por Luis Martín Gómez, y el video «subido» a Youtube, también suministrado por Luis. En el video aparece la entrevista completa, como fue presentada en el programa de televisión. 

«Voy a tener que volver a aclarar y a repetir lo que dije sobre la entrevista que publicó el periodista y escritor Luis Martín Gómez quien con su juicio de valor me ha perjudicado dando una idea distorsionada sobre mí al cuestionar mi identidad. Estoy muy enfadada. Este es el tipo de cosas que no voy a admitir porque soy una trabajadora incansable y aquí en España represento a la literatura dominicana y he participado en muchos actos promoviendo nuestra literatura y nuestras costumbres, como les consta a muchos amigos y amigas. 


«Sobre la entrevista que me realizó Luis Martín Gómez: Me siento en el deber de aclarar este punto ya que considero que se me ha perjudicado y se ha dado una imagen de mí, a partir de un juicio de valor personal, que en nada se corresponde con lo que soy.

«Los periodistas deben intentar ser lo más fiel posible a lo que le dice el entrevistado. En una entrevista dije que con los españoles hablo el español de España y con dominicanos el español dominicano. Esto no se debe a que no sienta orgullo o reniegue de mi identidad, sino a algo meramente práctico: NECESITO QUE LA GENTE ME ENTIENDA.

«Para que los españoles y las españolas me entiendan les hablo con un lenguaje que les resulta familiar y cuando utilizo una palabra que les resulta rara intento explicársela, pero no puedo estar a cada momento explicándole el significado de un dominicanismo. Se pierde tiempo y entorpece mucho la comunicación.

«Cuando trabajaba en la Fnac, para que los clientes me entendieran les hablaba el español de España. No puedo esperar que la gente se adapte a mí. He decidido vivir en un país que no es mi lugar de origen así que debo adaptarme. Pero además de adaptarme creo que entrar en contacto con otra cultura nunca empobrece, sino que enriquece. Creo que no hay una persona que se sienta más cercana a su país natal que yo y que siempre esté hablando de "lo nuestro". Pero he decidido asumir a España también como mi país y lo quiero mucho. De igual manera mi esposo, que es español, también se siente muy dominicano.

«Por otra parte, si hablo con acento español o dominicano no es una cosa que a mí me preocupe. La verdad es que eso para mí no tiene mucha importancia. No me detengo a pensar con qué acento hablo. Repito que a mí lo que me interesa es que me entiendan. Además, después de vivir cierto tiempo en un país, es lógico que te "contamines" o, como yo prefiero decir, te enriquezcas lingüísticamente e incluso tu acento cambie. Por eso no se va a acabar el mundo y no es que a uno "le ha dado" con hablar de una manera determinada. Creo que eso es un contagio natural. Incluso tengo un amigo que el otro día me contaba que cuando iba a Argentina regresaba hablando como los argentinos y cuando iba a Cuba regresaba hablando como los cubanos, y decía que eso le pasaba porque no podía evitarlo, se le pegaba el acento.

«Dejemos ya el exceso de chauvinismo y el estar criticando a los escritores que viven fuera de República Dominicana por el sólo hecho de que tengan la necesidad de adaptarse al país en el que viven. El país no se adaptará a nosotros.

«Hay que tener cuidado con ciertas opiniones que no pueden emitirse a la ligera, sobre todo sin excavar, sin ir al fondo del asunto, en especial porque en mi caso yo no sólo me siento muy contenta por ser dominicana sino que además aquí en España me dedico a la gestión cultural y siempre que tengo oportunidad hablo de las costumbres y la literatura de mi tierra.

«Esto es una forma lamentable de hablar sobre una trabajadora incansable, una luchadora y una mujer que tiene muy clara su identidad».

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