A derribar altares y promesas, estatuas, mausoleos, catedrales.
Luis Carvajal |
Un silencio que sabe mi apellido
Poema
Luis Carvajal
Un silencio muy hondo me convoca
a que vierta mi rabia por las calles.
A vomitar mis miedos y mis dudas.
A sacudir efigies y pirámides.
A derribar altares y promesas,
estatuas, mausoleos, catedrales.
A olvidar catecismos e instructivos,
esquemas, paradigmas y manuales.
A cantar con mi nombre y apellido.
A negar las virtudes teologales.
A pecar sin temor al mediodía.
A exhibir mis miserias y mis males.
A contar otra historia, sin mentiras.
A acampar en las plazas y ciudades.
A sembrar otro mundo en avenidas.
en los patios, balcones y vitrales.
Un silencio ha estallado, me convoca
a ignorar los anuncios comerciales
No consumas tu anhelo, me repite
No compitas a muerte con iguales
No pretendas comprar cielos, estrellas
No estás demás, es justo que reclames
Un silencio ha crecido, se desborda,
va inundando la espera de verdades.
A pesar de la tele y de la prensa
despertaron los mudos y los Nadie.
Hoy son voces y gritos y personas.
Con sus nombres, pasean por las calles.
Hoy se hablan, se enteran, se convocan.
La palabra, por fin, los hace iguales.
Un silencio que sabe mi apellido,
que sabe mis angustias y mis lastres,
me convoca, me pide que camine,
que abandone mi tumba
Y que ande.