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ENTREVETAS
A propósito de la puesta en circulación de su libro sobre los panfleteros de Santiago el intelectual Ramón Antonio Veras concede una entrevista a nuestro Director. Agradecemos muy mucho al prestigioso abogado, autor del libro.
Ramón Antonio Veras, panfletero
Por Clodomiro Moquete
¿Cómo se explica que gente tan joven pudiera acometer una acción de grupo contra un régimen tan poderoso y sanguinario?
No obstante la corta edad de los integrantes del grupo de Los Panfleteros de Santiago, teníamos, para la época, una gran conciencia política; éramos estudiantes de secundaria unos, y artesanos calificados otros. Leíamos a José Ingenieros y a Vargas Vila. Nuestro punto de encuentro, de conspiración, lo fue la Biblioteca Ateneos Amantes de la Luz.
Los distintos jóvenes dedicados a esta acción patriótica, ¿qué condición de clase social los hacía coincidir?
Partiendo de la clasificación que hace el profesor Bosch de la clase media, Los Panfleteros en su generalidad eran de clase media baja, nuestros padres eran obreros o empleados privados. Teníamos la misma estructura clasista.
En otro orden usted ha tenido una trayectoria de abogado brillante y políticamente muy definida. Puesto que el trujillismo y el balaguerismo influyen notoriamente todavía hoy en la clase gobernante, ¿qué debemos hacer los que aborrecemos de ese lastre?
El trujillismo, como forma de gobierno, iniciado el 23 de febrero de 1930 se mantiene hasta hoy enero del 2010. Para barrer con todo lo que representa esa basura política y social, educada en el crimen y en el ladronismo, se precisa de un amplio movimiento policlasista, que represente el porvenir, apoyándonos en lo más sano de la sociedad dominicana. De lo contrario seguiremos como hasta ahora, a la cola de una pandilla de rufianes, politiqueros, oportunistas, trepadores sociales y sinvergüenzas de todos los calibres. Estoy plenamente convencido de que resulta imposible, con las actuales reglas electorales, nosotros incidir con posibilidades de éxitos en los procesos para escoger cargos selectivos. Basta con saber que con su propio discurso las fuerzas progresistas del país no han logrado elegir ni un regidor.
A propósito de la tragedia terrible que se cierne sobre Haití, ¿qué consecuencia tendrá para el futuro a corto y mediano plazo de los dos países? ¿Es un plebiscito la contundente respuesta solidaria de los dominicanos? ¿Es el «visto bueno» de la comunidad para ciertos propósitos que todos conocemos, que unos anhelan y otros rechazan?
Las consecuencias para Haití y nuestro país, a corto y mediano plazo, después del terremoto serán terribles; para ambos pueblos será muy dura la realidad económica y social que se va desprender de ese fenómeno.
La respuesta solidaria en estos momentos del pueblo dominicano hacia Haití, es la expresión de todo un trabajo que se ha hecho aquí demostrando que haitianos y dominicanos somos víctimas de los mismos enemigos de clase nacionales y extranjeros.
Los cálculos que hacen las potencias coloniales no van a prosperar. Haití y República Dominicana se mantendrán como hasta ahora, pero con un futuro mejor para ambos países, lo que entraña que serán dirigidos por hombres y mujeres que crean, sinceramente, en la independencia plena, en el respeto a la soberanía nacional, en la autodeterminación de los pueblos y en la buena vecindad con dignidad.
Perdone, por favor, que me apartara del tema. ¿En qué medida su libro es un aporte político patriótico? ¿Qué respuesta quiere de los dominicanos?
El libro «Los Panfleteros de Santiago: Torturas y Desaparición», es un llamado a la juventud dominicana para que sepa que las tímidas libertades que disfrutamos hoy tienen un alto costo de sangre, luto y dolor, y que cada día lo mejor de nuestro pueblo tiene que afianzar y profundizar sus convicciones democráticas.
La respuesta que pueden dar los jóvenes dominicanos al contenido del libro es que se formen la idea de que aquí, en este país, ni en ninguna parte del globo terráqueo, se toleren gobiernos odiosos y despóticos como el que fue enfrentado por Los Panfleteros de Santiago.
Dr. Ramón Antonio Veras
A propósito de la puesta en circulación de su libro sobre los panfleteros de Santiago el intelectual Ramón Antonio Veras concede una entrevista a nuestro Director. Agradecemos muy mucho al prestigioso abogado, autor del libro.
Ramón Antonio Veras, panfletero
Por Clodomiro Moquete
¿Cómo se explica que gente tan joven pudiera acometer una acción de grupo contra un régimen tan poderoso y sanguinario?
No obstante la corta edad de los integrantes del grupo de Los Panfleteros de Santiago, teníamos, para la época, una gran conciencia política; éramos estudiantes de secundaria unos, y artesanos calificados otros. Leíamos a José Ingenieros y a Vargas Vila. Nuestro punto de encuentro, de conspiración, lo fue la Biblioteca Ateneos Amantes de la Luz.
Los distintos jóvenes dedicados a esta acción patriótica, ¿qué condición de clase social los hacía coincidir?
Partiendo de la clasificación que hace el profesor Bosch de la clase media, Los Panfleteros en su generalidad eran de clase media baja, nuestros padres eran obreros o empleados privados. Teníamos la misma estructura clasista.
En otro orden usted ha tenido una trayectoria de abogado brillante y políticamente muy definida. Puesto que el trujillismo y el balaguerismo influyen notoriamente todavía hoy en la clase gobernante, ¿qué debemos hacer los que aborrecemos de ese lastre?
El trujillismo, como forma de gobierno, iniciado el 23 de febrero de 1930 se mantiene hasta hoy enero del 2010. Para barrer con todo lo que representa esa basura política y social, educada en el crimen y en el ladronismo, se precisa de un amplio movimiento policlasista, que represente el porvenir, apoyándonos en lo más sano de la sociedad dominicana. De lo contrario seguiremos como hasta ahora, a la cola de una pandilla de rufianes, politiqueros, oportunistas, trepadores sociales y sinvergüenzas de todos los calibres. Estoy plenamente convencido de que resulta imposible, con las actuales reglas electorales, nosotros incidir con posibilidades de éxitos en los procesos para escoger cargos selectivos. Basta con saber que con su propio discurso las fuerzas progresistas del país no han logrado elegir ni un regidor.
A propósito de la tragedia terrible que se cierne sobre Haití, ¿qué consecuencia tendrá para el futuro a corto y mediano plazo de los dos países? ¿Es un plebiscito la contundente respuesta solidaria de los dominicanos? ¿Es el «visto bueno» de la comunidad para ciertos propósitos que todos conocemos, que unos anhelan y otros rechazan?
Las consecuencias para Haití y nuestro país, a corto y mediano plazo, después del terremoto serán terribles; para ambos pueblos será muy dura la realidad económica y social que se va desprender de ese fenómeno.
La respuesta solidaria en estos momentos del pueblo dominicano hacia Haití, es la expresión de todo un trabajo que se ha hecho aquí demostrando que haitianos y dominicanos somos víctimas de los mismos enemigos de clase nacionales y extranjeros.
Los cálculos que hacen las potencias coloniales no van a prosperar. Haití y República Dominicana se mantendrán como hasta ahora, pero con un futuro mejor para ambos países, lo que entraña que serán dirigidos por hombres y mujeres que crean, sinceramente, en la independencia plena, en el respeto a la soberanía nacional, en la autodeterminación de los pueblos y en la buena vecindad con dignidad.
Perdone, por favor, que me apartara del tema. ¿En qué medida su libro es un aporte político patriótico? ¿Qué respuesta quiere de los dominicanos?
El libro «Los Panfleteros de Santiago: Torturas y Desaparición», es un llamado a la juventud dominicana para que sepa que las tímidas libertades que disfrutamos hoy tienen un alto costo de sangre, luto y dolor, y que cada día lo mejor de nuestro pueblo tiene que afianzar y profundizar sus convicciones democráticas.
La respuesta que pueden dar los jóvenes dominicanos al contenido del libro es que se formen la idea de que aquí, en este país, ni en ninguna parte del globo terráqueo, se toleren gobiernos odiosos y despóticos como el que fue enfrentado por Los Panfleteros de Santiago.
Dr. Ramón Antonio Veras