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Con la soga al cuello, texto de mi instalacion
Para quienes vieron mi instalacion en el CODAP y no pudieron leer el texto de la misma, aqui les va.
El estado actual de las artes visuales tiene como característica sobresaliente el desmedido y contraproducente poder acumulado por las elites de curadores y críticos de arte que se han abrogado el derecho de controlar el mercado del arte.
La pirámide que antes tenía al artista y su obra en el ápice más alto, ahora ha sido invertida boca abajo, quedando críticos y curadores posados cual si fueran ellos los únicos elementos definitorios del valor estético e histórico de la obra como objeto artístico, no el artista y su labor creadora.
Ese proceso de inversión de la pirámide ha dejado al artista cual simple peón y artesano al servicio de la cúspide de «entendidos» que, a fuerza de discurso y desplazamiento, controlan y someten la obra y el destino de algunos artistas a los estragos de su desmedido poder.
La zurrapa fétida que destila esa inversión de la pirámide queda evidente en los desacertados y desastrosos resultados vistos en las últimas bienales y concursos nacionales de arte. Queda obvio que el discurso interpretativo y valorativo de curadores y críticos –no el artista y el producto de su labor creadora– ha sido catapultado y canonizado como autor/objeto/obra de arte.
Mientras eso pasa, el artista queda en un rincón cual simple tusa seca presta para la próxima limpiada de fuiche del séquito divinamente empoderado para dictarnos lo que es el «buen arte».
La pirámide está invertida y sólo los artistas podremos enderezarla con su cúspide hacia arriba.
Al atrevernos a hacerlo, saldremos lacerados y ensangrentados a medida que la manada de «dioses y diosas» nos claven sus filosas garras tratando afanosamente de impedir que nos zafemos de su mortal agarre.
Pero cuando curen nuestras heridas, abrigaremos la satisfacción de darnos cuenta qué tan asfixiante es la actual soga al cuello que nos tienen atada ciertos críticos y curadores de arte. ¡Artistas de todo el mundo: dejemos de ser tusa!
© Dió-genes
Julio 2010
