Legó a la posteridad su inspiración pegajosa, cadencia y rima graciosa


Ñico Lora





























Hitoria Rimada


Ñico Lora


Gabriel Moquete


Gente como Ñico Lora
no puede morir jamás
porque aunque en la tumba está
su pueblo siempre lo añora.
Acordeón, guira y tambora
y una pareja traviesa
de los pies a la cabeza
llevando la melodía,
un espíritu es el guía:
Ñico Lora allí regresa.

Y es que donde quiera está
su espiritu acordionista,
su producción infinita
de merengues, ¡no se va!
Legó a la posteridad
su inspiración pegajosa,
cadencia y rima graciosa
no tienen  frontera y fin,
quedaron como un jardín
que perpetúa una rosa.

Por los lados de Santiago
Francisco Lora nació,
hizo música y regó
su inspiración como un mago.
Ahora recoge el pago
por su siembra musical,
justicia muy natural
cuando al mundo se le deja
como una limpia madeja
un aporte cultural.

Es larga la producción,
aquí la musa se enreda,
no hay manera de que pueda
abarcarla de un jalón.
Pero como es la intención
hablar algo de su historia,
veremos si la memoria
ayuda con ese ayer
para así poder traer
algo de su trayectoria.

Un clásico que no es nada
fácil de dejar atrás
todavía pegado está :
se llama, «La empalizada».
«Hatillo Palma» está anclada
su cadencia, y se menea
a ritmo de la marea
en zona clara o agraria,
como «Desiderio Arias»
y el que habla de La Zalea.

«La salada», «Enrique Blanco»,
«Bajabonico», entre otros,
nos legó Ñico a nosotros
con su verbo bello y franco.
Pedro Chávez, otro flanco
que su númen recolecta,
y en su vida de cometa
con su largo repertorio,
cuenta como un Juan Tenorio:
«Tuve amores con Loreta».

Ñico Lora vivió así,
enmarcando situaciones
con bellas inspiraciones
para un paisaje felíz.
Cumplió, al dejar al país
una huella positiva,
por eso en la historia, viva
su existencia permanece,
¡como leyenda que crece,
que está en alto, que está activa!

Entradas populares