La felicidad no es un sitio o un lugar en el espacio que puedas medir o contar...

Sol Lora




















Sol Lora anuncia poemario: 
¡Confesemos!
Entrevista

Clodomiro Moquete

Nuestra distinguida amiga, Sol Evangelina Lora Namías, evidencia su formación cultural-artística en esta entrevista que ha concedido al director de la Agenda Cultural Diaria de la Revista Vetas. Ella se revela, además, como una mujer resuelta que va directo a lo que quiere, a lo que siente, en cada respuesta al cuestionario que le ha sido sometido. Más que lo dicho, Sol Lora desborda talento. Poeta de una producción incesante. Ella publica casi a diario al menos un poema, la mayoría de las veces con los valores tradicionales de la rima y la métrica, lo que dice además su dominio del género. A continuación la entrevista.

Lo primero que me pregunté a mí mismo es cómo dar con Sol Lora. Me fui curioso a tu página de Facebook y claro que choqué con parte de quien eres. Y como parte de quien eres averiguar el origen parece una obligación. Eres de Santo Domingo, según dicha página. Lo primero que quiero preguntarte es el origen de tu apellido: Lora. ¿Por qué eres apellido Lora? ¿No tienes un segundo apellido?

Mi nombre completo es Sol Evangelina Lora Namías, el apellido paterno Lora, de origen español, radicados hace tiempo en la ciudad de Puerto Plata, una familia llena de poetas y músicos. Mi abuelo, Don Luis Lora, fue maestro de grandes músicos del país y director de la banda de música de Puerto Plata, en vida. Por el lado materno, Namías, de origen Israelí. Sefardí descendientes mixtos de los españoles-judíos que vivieron en la península ibérica.

Debí haber comenzado por el nombre. ¿Sol es un seudónimo? ¿Cómo se te ocurrió o si no es seudónimo a quién se le ocurrió? ¿No tienes un segundo nombre, escondido?

Nací en Santo Domingo un 25 de noviembre del 1965 y con doce libras y media, sin un pelo en una cabecita redonda… Mi padre al verme por primera vez exclamó, casi como si leyera un cuento:
-¡Parece un sol! -
Contaba mi madre fascinada, de ver la mirada más dulce que pudo palpar en los ojos de mi padre, y a partir de ese mismo día decidieron bautizarme bajo el nombre de Sol; ya sabrás, entonces, que no se trata de un apodo, es un nombre puesto con mucho amor y del cual me siento muy orgullosa…

¿Llegaste a la poesía o la poesía llegó a ti? ¿Desde cuándo escribes? 

Aprendí a leer a los 4 años de edad, casi perfilaba a niña prodigio, aunque mi sino sería uno muy distinto, ¡el de una rebelde imparable! Sin embargo, tuve unos padres amantes de la literatura, ambos solían declamar de memoria los poemas más largos y hermosos que aun siguen siendo parte de mis preferidos.

Mi padre fue abogado y educador, le encantaba llenarme de libros; solía cuestionarme sobre las lecturas que me encomendaba, y recuerdo que desde muy niña mi imaginación, nutrida por las fantasías leídas, me llevaron a redactar mi primer intento poético, a la edad de 8 años; poema que no conservo, pero que declamé un día de las madres frente a todo el alumnado del colegio donde estudié.

Llegada la adolescencia, me dediqué a leer cuanta novelita de amor pasara por mis manos y me convertí en la escritora de poemas inéditos, para los novios de mis amigas, e inmediatamente terminaba de hacerlos, entregaba por encargo y olvidaba que habían salido de mis manos…

Durante los años ’80, comencé a pulular entre los llamados «Estrafalarios de la calle el Conde»’ y visité mucho tiempo el viejo café del Conde o bien llamado «Palacio de la esquizofrenia», donde me relacioné con muchos grandes poetas. Sin embargo, entre trabajo, estudios, el ser madre a muy temprana edad y mi carácter ansioso de conocer otros rumbos, desvío mis pasos de aquel mundo dominicano de la poesía, pero siempre con mi rallador a mano, a pos de que el deseo de monologar entre líneas tocara mi inspiración…

En 2009, y ya teniendo un montón de manuscritos entre los que conservo cuentos, poesía y una novela dedicada a mi hijo fallecido, decido que es hora de tomar en serio lo que en mí, más que una carrera resultara un don, un rasgo innato de mi ser….

No tengo noticias de un libro tuyo. No has publicado libros. ¿Viene algo de eso en camino?

Ya tengo hecha una selección de poemas que darán vida a mi primer libro, el cual espero presentarles a todos en pocos meses y que llevará por título: ¡Confesemos!

Veo que estudiaste en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC, que haces trabajos de investigación y asesorías de proyectos, pero también veo en tu página que dice «candidato independiente», ¿qué significa todo esto?

Estudié en INTEC, Administración y por otro lado cursos técnicos de mercadología, secretariado administrativo, entre otros; pero nada que ver con las letras, sin embargo gracias a ellas y a un buen dominio de la síntesis, los métodos de investigación y el APA, actualmente brindo asesoría a estudiantes de las carreras de administración, mercadeo, leyes, educación y alguna que otra vez hasta he servido para asesorar estudiantes de carreras como odontología… y puedo decir que la mayoría de esos estudiantes han pasado su proyecto final de grado con excelentes calificaciones. Este tipo de trabajo llega hasta mis manos por referencias y lo ejecuto de manera independiente desde mi propia casa.

Tienes dos hijos y por ahí dice que eres casada. Perdona la pregunta: ¿Eres felizmente casada?

Jajajajjajajaj, la felicidad no es un sitio o un lugar en el espacio que puedas medir o contar, más bien resulta una serie de sucesos que le dan sustento a tus pasos, permitiendo que todo tipo de ciclo ocurra dejándote una enseñanza y una visión optimista hacia el incognito mañana. La vida está cargada de sus rutinas, de nuestros hábitos, de los sueños que perseguimos… Nunca sabemos en qué momento cerraremos alguna etapa, lo importante es hacer en el momento, hoy, lo que verdaderamente nos haga felices. Y Sí, estoy actualmente casada, con una relación que lleva ya 7 años brindándome un conjunto de circunstancias importantes y felices en este camino que siguen mis pasos.

Tengo dos hijos maravillosos: Ranses, de 27 años cumplidos y mi pequeña Nicole de 14 años. Tuve uno más que la muerte arrancó de mis brazos y que falleció casi a la edad de 3 años…

El movimiento feminista está envuelto en mil proyectos. Los «estudios de género» existen paralelos a la imposición de un «lenguaje no sexista». Parecería que todo esto es no sólo una lucha por zafarse la mujer de la tutela del hombre sino que iría más lejos, una lucha por el poder, como si quisiéramos regresar al matriarcado. Explícame, Sol, tu posición en todo esto.

Casi te respondo con otra pregunta: ¿Y si Dios fuera mujer? «Qué lindo escándalo sería, qué venturosa, espléndida, imposible, prodigiosa blasfemia», pero esto lo dijo Benedetti y no yo… y Benedetti fue hombre…

Particularmente, enfoco el feminismo como un llamado a una revolución necesaria y, hablo de revolución partiendo de que ellas son consecuencia de los grandes cambios históricos.

A través de la historia podemos observar lo duro que ha sido para las mujeres enfrentarse al mundo, imponer sus criterios, hacerse de un espacio donde su palabra sea escuchada, donde sus logros y experiencias sean distinguidos.

El papel de las mujeres en la sociedad debe ser reconocido, los tiempos cambian y con ellos los pensamientos, la cultura. Hoy día la mujer sigue escalando nuevos peldaños.

No intentaré ser una feminista radical con este discurso, mi intención es sugerir que no es una cuestión de obtener un matriarcado, de que se trate de una lucha por el poder, no estoy hablando de desplazar al hombre e inclusive de que este adopte una postura cómoda ante alguna situación; no, no es así, ni de hacer realidad un mito; hablo de encontrar a una mujer definida. La mujer debe desarrollar su existencia, sus capacidades y lograr una verdadera identidad dentro de la sociedad. Recurrir de manera incansable hacia una revolución que agote la discriminación a la que ha estado sujeta, que relegue la deshumanización sexual para que deje de ser vista como solo un objeto; enfrentar la dura opresión a la que, aun hoy, sigue sometida.

En fin, bien lo ha dicho tu pregunta, un «mil proyectos», pero que todos ellos involucren un equilibrio social verdadero; no se trata de alcanzar un matriarcado, pero definitivamente sí de evitar una distribución desigual del poder o lo que es peor aún, un abuso del poder.

En estas refriegas el feminicidio es una tragedia que tiene demasiado distancia en el luto del país. Estoy escuchando propuestas para penalizar de manera enérgica a los autores individuales. Parece muy difícil el problema porque muchos o la mayoría de los feminicidas terminan también con la vida de ellos, suicidándose. Es un grave problema que debe estar ligado a nuestras deficiencias como sociedad. ¿Qué se debe hacer?

Bueno, la distancia en el luto es cada vez más estrecha, ya que son muchos los casos que hemos venido observando en la actualidad y en nuestro país; casi todos conocimos muy de cerca a alguna mujer que enfrentó un feminicidio…

El abuso en contra de la mujer por parte del hombre dominicano es un problema social y cultural que hemos venido arrastrando desde siempre y que debe ser tratado con prioridad y mucha delicadeza. Diría que casi todas las mujeres del país hemos enfrentado abuso de alguna manera, ya sea físico, sexual o sicológico.

La violencia en el hogar o en la familia es algo muy común en República Dominicana. Muchas mujeres llegan hasta a creer que merecen ser golpeadas por alguna acción equivocada de su parte y otras se abstienen de hablar sobre el maltrato porque temen que su pareja, compañero, las lastime en represalia por revelarlos y hasta por avergonzarse de su situación.

Las sanciones legales o sociales en los casos de violencia infringida por un compañero íntimo son tomadas, la mayoría de las veces, de manera ligera por las autoridades. Por otro lado, es visto tan normal asumir la violencia sicológica como parte de una relación; sin embargo, los insultos y la tiranía constituyen, quizás, una manera aun más dolorosa que los ataques físicos, porque debilitan la seguridad y la confianza de la mujer en sí misma.

Lo primero que debería hacer el Estado es introducir en el sistema de educación dominicano los temas de género para lograr concientizar a la familia desde la escuela, que se eduque a la sociedad en cuanto estos temas y, de manera constante. Por otro lado, obligar a que los organismos de justicia y el orden público den seguimiento a los casos de abuso y maltrato contra la mujer, para que estos sean atendidos con la prontitud que ameritan y de manera solidaria hacia la agredida.

Las leyes y procedimientos están, lo que debe hacerse es que éstas se cumplan…


Feminismo versus Feminidad, así se ha querido «pintar» la lucha por la equidad de género. ¿Crees tú que ser feminista resta «feminidad» a la mujer?

Absolutamente no…

Debemos partir de que la feminidad es un conjunto de cualidades humanas que enaltecen a la mujer, realzando su belleza y sus valores. El feminismo no se opone a la belleza, por el contrario, la mujer inteligente es capaz de proyectarse de manera positiva y esto agregará cualidades a su rol.

El problema radica en que aun prevalecen parámetros sobre la feminidad que posicionan a la mujer dentro de un marco cuyos atributos deberían ser la debilidad, el cuidado del hogar y los niños, entre otros; se estandariza la feminidad dentro del patriarcado, alienando la libertad de la mujer y el poder elegir su propia identidad. A pesar de haber roto muchas barreras, aun prosigue el intento de enmarcar a la mujer dentro de una sociedad que la somete y la incapacita.

...el poeta jamás deberá olvidar que no se trata solo de decir; se debe dar belleza a lo que se dice y, generar una reacción en quienes lo leen, manifestando de manera estética y por medio de palabras un sentir que a la vez pueda ser palpado por otros...

No es tan fácil intentar que siglos de tradiciones cambien de la noche a la mañana cuando casi todos (mujeres y hombres), arrastramos esa cultura patriarcal; las sociedades están en proceso de educación y los cambios se han ido dando a través del tiempo, a la par con las demostraciones que la mujer ha presentado y que prueban que ella, por sí misma, puede elegir cómo quiere ser verdaderamente.

El pensamiento feminista no pretende en ningún momento despreciar al hombre, lo que pretende es romper con algunos esquemas tradicionales que coaccionan la libertad y derechos de la mujer. La mujer posee suficiente inteligencia para perseguir y alcanzar sus metas. Y con ello no perderá su belleza, por el contrario, la hará aun más digna.

La poesía, que como bien dice Zelaya «es un arma cargada de futuro», debe estar comprometida con las transformaciones que demanda la mujer del siglo XXI, y por vías de consecuencias la sociedad toda, ¿o puede ser «concebida como un lujo cultural por los neutrales» y seguir siendo instrumento de liberación, aunque sólo sea de sentimientos y nada más?

En este punto creo que la poesía es muy subjetiva, dependerá del criterio y la realidad por la que atraviese el poeta y que lo conlleva a manifestar un sentimiento, ya sea que éste se incline o no a favor de una causa específica, aunque creo que desde el mismo momento que un ser humano libera su sentir, lo hace desde su propia interacción con el mundo que lo rodea. Por tanto, esto de hecho implica a un individuo canalizando sus reacciones, como producto del entorno en que coexiste.

Por otro lado, el poeta jamás deberá olvidar que no se trata solo de decir; se debe dar belleza a lo que se dice y, generar una reacción en quienes lo leen, manifestando de manera estética y por medio de palabras un sentir que a la vez pueda ser palpado por otros.

Sol Lora
Un poema no será mejor ni peor porque trate o canalice un tema en específico, o porque siga algún arquetipo. Un oído afinado y atento a las voces inspiradoras del subconsciente creador es lo que dará rienda suelta a su inspiración y lo hará innovador en la poesía, donde enmarcará su más pura presencia. Ahora bien, no por tener esa inspiración, el poeta, nos indicará que el poema es de mejor calidad, deberá existir un balance entre la inspiración y la calidad de arquetipos orales usados por el poeta.

La poesía del siglo XXI se presenta diversificada en sus corrientes, los avances tecnológicos y científicos han contribuido a que surja un gran número de manifestaciones poéticas, en las que se hace sentir el compromiso hacia nuestra sociedad, los vaivenes del tiempo que enfrentamos y a su vez el rescate de los valores humanos que han sido deteriorados. Los conflictos que atañan al poeta se manifiestan como una característica de la poesía, en este siglo, donde la búsqueda existencial resulta ser una parte esencial de la poética actual.

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