Me roza la espalda con su aliento infinito...
Sol Lora |
Sol Lora
Poema
La Parca
Allí fuera, en su estadía,
desde su desigualdad, ella sonríe.
¡Se alimenta de mis pasos!,
éstos que van quedando lerdos
y estériles a cada traspié…
¡Ya puedo palpar como ama mi carne!,
¡con la lujuriosa e impaciente
ansiedad del compromiso!;
segura marcha en sí misma -a mi lado-,
de que soy posesa de sus labios…
Me roza la espalda con su aliento infinito,
y un pulmón se retuerce a la pasión,
tocando mis lunas cedan a sus caricias.
¡Se masturba en su intención!
¡Es amante avezada y complaciente!,
ha prestado una sombra a resguardo
para que lastre algunas horas de vida…
Finalmente lleva la certeza…
Y en su risa perenne,
siempre aguardará desnuda,
para sellar de mis labios el último adiós:
¡Su beso perpetuo de olvido!